LO QUE ME HICIERON LAS REDES SOCIALES



Las redes sociales llegaron para traernos “felicidad”  y eso es lo que se suponía que recibiríamos de estos espacios virtuales,  tan atractivos para gente de cualquier edad.  Y digo “felicidad” entendida como todo aquello que nos divierte, nos hace sentir placer, equilibrio y conformidad. Pero esa no es la felicidad, ese concepto tenemos que revaluarlo. 

Volviendo a las redes sociales, estos medios virtuales han traído muchísimas enfermedades emocionales que se agudizan en el espectro de estos mundos inmediatos por el  deseo al  “like” , al “comentario”, a la “crítica” o al “bloqueo”.

En una de mis sesiones de asesoría, conversaba con John de 23 años, quien me manifestaba su ansiedad producida por las redes sociales. 
- Dice que siente un deseo incontrolable por hacer una publicación y mantener la conexión con sus seguidores,  pero está pasando por una crisis de acné facial y corporal  tan fuerte, que no se atreve a dejarse ver en estas condiciones. También ha pensado en publicar fotos de algo que esté comiendo o de un lugar donde esté paseando, pero allí se encuentra el segundo problema, no quiere salir de su casa a causa, “otra vez” de su acné. El hecho de no publicar le produce estrés y ansiedad porque ve que sus amigos de la universidad están haciendo constantemente publicaciones y aunque ellos no “cuidan tanto” sus fotos, él sí trata de tener un “Instagram de lujo”.


Cuando recurro a su mamá (45) para dialogar sobre el tema de ansiedad de su hijo, encuentro que la crisis con las redes sociales se ha gestado en su progenitora y que ese pensamiento un tanto desequilibrado emocionalmente,  viene de la relación que tiene su mamá con el mundo virtual y su “realidad armada” en la que disfrutan vivir cada uno por separado.


La madre de John ni siquiera desea enterarse de lo que le está pasando a su hijo al tratar de mantener una “vida espejo” con lo que ve en las redes,  porque es altamente influenciado por las cuentas a quienes sigue y ella por el contrario quiere estar sumergida en ese mundo única y exclusivamente para demostrar que sigue vigente, que es bonita, que tiene poder adquisitivo y que no necesita de un hombre para salir adelante, mejor dicho ella está viviendo la “segunda adolescencia”; aunque su hijo se esté cayendo a un hoyo profundo donde tal vez le cueste mucho salir para vivir una realidad más saludable y que le aporte para su futuro.

Cuando les pregunto a ambos: ¿Qué les produce las redes sociales?

- Las redes sociales me producen ansiedad y deseo volver a consultarlas simplemente por tener el teléfono en mis manos, también me producen angustia cuando sé que he publicado una foto que no esté tan bonita y que tal vez me hagan bullying, entonces estoy pendiente de los comentarios y todo bien, hasta que hay un comentario malo y me da tristeza y siento que el pecho se me va a estallar.
             John 23

  • A mí las redes me dan angustia a veces porque yo no puedo controlarme cuando me critican, pero me fascina publicar cosas de mi vida, de los lugares donde voy, para que la gente sepa de mí y también para saber de otras personas. Aunque sí, las redes me producen muchísimo estrés. Tengo que cambiar un poquito eso.
                Mamá 45


Vemos como en estos dos casos, las redes sociales han atravesado no solamente el hecho de disfrutar de las publicaciones de otros y  el hecho de disfrutar sanamente lo que ellos publican, sino que ya han llegado a producir desequilibrios en sus emociones que trascienden a otras condiciones de recuperación compleja. También vemos que no importa la edad, ni la condición social, lo que aquí opera,  es el deseo de aparecer, de tener esa conexión y sus respuestas sociales. 


#reflexión 

#Lupitaescribiendo
www.avanzarte.com.co

Comentarios

Entradas populares